- El escalado se está realizando en la planta piloto de las instalaciones de Fertinagro. El equipo de I+D ha conseguido obtener cantidades de bacterias vivas mayores a 109 para todas las cepas.
Bioschamp es un proyecto de investigación que trabaja para ofrecer una solución integrada y sostenible a los retos del cultivo del champiñón en Europa. En este trabajo Fertinagro Biotech se ocupa del escalado industrial de las cepas de microorganismos encargados de la bioestimulación. Con las soluciones resultantes se pretenden conseguir dos objetivos simultáneos, reducir el uso de fitosanitarios en este cultivo y promover el crecimiento del champiñón.
Los bioestimulantes, que se incorporarán después al sustrato mejorado y más sostenible del que se encarga otro de los 12 socios del proyecto europeo, preparan al cultivo para afrontar el ataque de los principales patógenos. Estos trabajos de escalado se están realizando en una planta piloto ubicada en las instalaciones de Fertinagro Biotech en Utrillas (Teruel).
Una vez recibidas desde el Centro tecnológico de Investigación del Champiñón (CTICH) las placas con los cultivos sólidos de las seis cepas de bacterias seleccionadas por Oxford para el proyecto, el primer paso fue verificar que el cultivo era puro y llegaba exento de contaminantes (otras bacterias u hongos) para iniciar el proceso de cultivo líquido en un medio enriquecido aportado por Fertinagro para conocer la evolución de las cepas.
Los ensayos se están realizando en un biorreactor de 50 litros, midiendo y ajustando indicadores como la temperatura, la ratio de gases necesarios que requiere el cultivo o la velocidad de agitación, para optimizar los parámetros y poder hacer un escalado a un volumen mayor (10 metros cúbicos). Al final del proceso se realiza un recuento de cuántas bacterias siguen vivas y las personas del departamento de I+D de Fertinagro Biotech involucradas en este proyecto están muy satisfechas porque en estos primeros resultados se han conseguido obtener cantidades de bacterias vivas mayores a 109 para todas las cepas.
La solución obtenida en estos escaldados se remitirá de nuevo al CTICH para realizar los ensayos en cultivo y será en función de esos resultados en campo cuando se decidirá qué cepas bacterianas se harán crecer a nivel industrial.
El objetivo óptimo de la investigación y de estos productos sería llegar a eliminar totalmente el uso de fitosanitarios en este cultivo y en todo caso, Bioschamp supondrá reducir la dependencia y el uso de pesticidas y contribuirá a mejorar la productividad, la sostenibilidad y rentabilidad del cultivo del champiñón en Europa.